MIRADAS parte de la experiencia de la FMP desde 2018, donde elaboramos el Estudio “Feminización de la supervivencia y prostitución ocasional” que analizó la realidad de las mujeres en situación de vulnerabilidad social y que estando en búsqueda de empleo, ante las dificultades para la inserción laboral, pueden encontrarse en riesgo de verse abocadas a recurrir a la prostitución como forma de subsistencia.
Con este estudio arrojamos luz sobre esta realidad invisibilizada que emerge de la desigualdad de género: la feminización de la pobreza; la discriminación y exclusión del mercado laboral; la ausencia de oportunidades y expectativas; y las violencias que atraviesan la vida de las mujeres. La vinculación de las mujeres a la prostitución se debe a la suma de varios factores de vulnerabilidad como son el género, la desigualdad económica, la edad, la etnicidad, procedencia y estatus migratorio, el nivel formativo, la ausencia de redes de apoyo, entre otros. Esto es, mujeres autóctonas y sobre todo, mujeres migrantes, con pocos niveles formativos, y que disponen de pocos recursos estarían en una situación de especial vulnerabilidad social que podría forzarlas a vincularse a la prostitución de forma ocasional. De esta manera, la desigualdad estructural posibilita que la prostitución aparezca como una actividad de supervivencia para las mujeres, pero también hay que destacar la existencia de la demanda masculina como la causa principal, por encima de todas las mencionadas, de la persistencia de la prostitución y de la vinculación de las mujeres a la prostitución.
Además, los y las profesionales que participaron en el estudio y que trabajan en entidades que no están especializadas en prostitución y trata, mostraron necesidades formativas sobre estas violencias contra las mujeres. Así, de forma similar al proceso de sensibilización interdisciplinar que se abrió sobre la violencia de género dentro del ámbito de la pareja o expareja, las formaciones que desarrollamos en Miradas (hasta 2023 bajo el nombre de Generando Miradas) están dirigidas a sensibilizar y formar al personal técnico y al voluntariado de diferentes entidades, para que adquieran conocimientos sobre estas violencias contra las mujeres, de tal manera que puedan dotarse de herramientas de prevención y detección de casos desde recursos no especializados en esta materia, como pueden ser los servicios de búsqueda de empleo.
Por todo ello, este programa, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, pretende dar apoyo a las entidades del Tercer Sector mediante la mejora de la formación y sensibilización, porque consideramos necesario que tanto el personal técnico como el voluntariado de las entidades del Tercer Sector, se sensibilice y forme sobre prostitución y trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, como formas de violencia contra las mujeres.